Los primeros auxilios son un conjunto de conocimientos y técnicas que se enseñan para poder ayudar a las personas que se encuentran en situaciones de emergencia o de riesgo. Debido a que se trata de una asistencia que puede aplicarse antes de que llegue cualquier profesional de la salud, cometer errores en primeros auxilios conlleva un grave riesgo.
De hecho, aunque el objetivo de prevenir lesiones graves y minimizar el daño, realizar esta asistencia de forma incorrecta puede resultar peor que no hacerla. Por esta razón, es importante que todos estemos preparados para actuar de la manera adecuada cuando nos enfrentamos a una situación de emergencia.
Además de la importancia de aplicar los primeros auxilios con el máximo cuidado y conocimiento, también es necesario tener en cuenta el estado de salud de la persona en situación de emergencia.
Los 5 errores en primeros auxilios que no se deben cometer
Como hemos mencionado, equivocarse en los primeros auxilios puede marcar la diferencia entre salvar una vida o causar un mayor riesgo para la salud de la persona en situación de emergencia. En este sentido, existen una serie de ideas erróneas relacionadas con la asistencia de emergencia que pueden conllevar un grave peligro.
Mover a alguien herido
Si ves caerse a una persona herida, debido a un accidente de tráfico u otra circunstancia, no la muevas a menos que esté en peligro inminente. Tampoco, se debe poner una chaqueta debajo de su cabeza para más comodidad, ni ayudar a que se levante.
En este sentido, la persona herida podría tener una lesión en la columna vertebral, por lo que hacer que se mueva podría causar parálisis o incluso la muerte.
Ayudar sin comprobar si es seguro
Es frecuente, al presenciar una situación de emergencia, lanzarse a ayudar sin las comprobaciones necesarias. Aunque puede parecer una buena acción, apresurarse a menudo hace más daño que bien.
Por ejemplo, si alguien se está ahogando tras caer al océano, saltar detrás puede atraparte en las corrientes y aumentar el número de personas que necesitan un rescate. También, es lo mismo para casas en llamas, carreteras con mucho tráfico y cualquier otro lugar donde pueda haber peligro.
Concretamente, se debe seguir la conducta PAS, Proteger el lugar del accidente, Avisar a los servicios de emergencia y Socorrer a las víctimas.
Insistir en el “boca a boca”
En la mayoría de las situaciones de emergencia, es correcto el uso de la RCP solo con compresiones. De hecho, la causa más común de colapso y falta de latidos es el paro cardíaco, una situación situación para la que la RCP solo con compresiones es suficiente.
No obstante, hay excepciones, como son las víctimas de ahogamiento y las personas que se desmayan con problemas respiratorios.
Maniobra de Heimlich sin palmadas en la espalda
Además de situaciones de emergencia por parada cardiorrespiratoria, otra situación de riesgo bastante frecuente son los atragantamientos. En estos casos, se conoce generalmente la maniobra de Heimlich. Sin embargo, se suele desconocer que, antes de proceder con esta técnica, es importante comenzar con golpes en la espalda.
Dobla a la víctima por la cintura, párate detrás de ella y da cinco golpes fuertes entre los omóplatos con el talón de la mano. Si eso no desaloja lo que está obstruyendo la tráquea, se debe proceder a realizar la maniobra de Heimlich. Es fundamental repetir los golpes en la espalda seguidos de la maniobra hasta tener éxito o que llegue la ayuda.
Poner cualquier cosa en la boca de una persona que está convulsionando
Uno de los errores en primeros auxilios se basa en la idea antigua de, cuando alguien sufre una convulsión, intentar introducir algo en su boca para que no muerda su lengua, o intentar sujetarlos e inmovilizarlos de alguna manera.
No se debe hacer ninguna de estas cosas. En este sentido, al poner algo en la boca de una persona que está teniendo una convulsión podemos ser mordidos o, es posible, que el objeto se rompa y se aloje en la garganta de la víctima.
En su lugar, es importante mover los muebles u otros objetos lejos de la víctima y llamar a emergencias. Si la persona que está experimentando la convulsión se encuentra consciente, debemos hablar con ella y brindarle tranquilidad.
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