Olas de calor: riesgos para la salud y medidas de precaución

Con la llegada del verano, las preocupaciones sobre el calor extremo y las olas de calor se vuelven más apremiantes. De hecho, estos eventos climáticos pueden tener graves consecuencias en nuestra salud y bienestar, por lo que es necesario saber cómo enfrentarlos adecuadamente.

En este artículo, exploraremos en detalle qué son las olas de calor, sus consecuencias para la salud, medidas preventivas esenciales y cómo responder ante un golpe de calor.

¿Qué son las olas de calor?

Una ola de calor es un período prolongado de temperaturas extraordinariamente altas que superan las condiciones normales en una región específica. Asimismo, estas temperaturas elevadas pueden persistir durante varios días o incluso semanas y, a menudo, se acompañan de una alta humedad que dificulta la evaporación del sudor.

Sin embargo, las olas de calor son más que simplemente calor intenso, también representan un riesgo significativo para la salud.

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Consecuencias del calor extremo para la salud

Las olas de calor pueden tener consecuencias graves para la salud de las personas de todas las edades. Estos son algunos de los efectos más comunes:

  1. Desgaste físico: la exposición prolongada al calor extremo puede llevar a la deshidratación y al agotamiento por calor, causando síntomas como fatiga, náuseas, mareos y calambres.
  2. Agravamiento de enfermedades crónicas: las personas con afecciones médicas preexistentes, como enfermedades cardíacas y respiratorias, están en mayor riesgo de que sus síntomas empeoren durante una ola de calor.
  3. Golpes de calor: los golpes de calor son la manifestación más grave del calor extremo. Concretamente, se producen cuando el cuerpo no puede regular su temperatura interna.

Aunque son problemas comunes para todas las personas, existen una serie de grupos de riesgo, como los niños pequeños, los adultos mayores y aquellos que padecen enfermedades crónicas.

Concretamente, estos grupos son más propensos a sufrir complicaciones de salud debido a las altas temperaturas, ya que su capacidad para regular la temperatura corporal y adaptarse al calor puede estar comprometida. Por este motivo, es esencial prestar una atención especial a estas personas durante las olas de calor.

Medidas de prevención durante las olas de calor

La prevención es fundamental para mitigar los riesgos asociados con las olas de calor. Aquí hay algunas medidas esenciales que se deben tomar:

  1. Mantente hidratado: beber suficiente agua es crucial para evitar la deshidratación. Asimismo, es fundamenta cuidar la alimentación ante el calor extremo, evitando comidas copiosas y tomando varias comidas al día, incluyendo frutas y verduras.
  2. Busca lugares frescos: permanece en interiores en lugares con aire acondicionado o utiliza ventiladores para mantener la temperatura corporal bajo control.
  3. Viste de manera adecuada: opta por ropa ligera y transpirable de colores claros. También, es importante usar sombreros y gafas de sol para una protección adicional.
  4. Limita la actividad física: evita realizar ejercicio extenuante durante las horas más calurosas del día.
Mujer bebiendo agua durante una ola de calor

Durante las olas de calor es fundamental beber líquidos en abundancia, aunque no se tenga sed, evitando el alcohol, la cafeína y el azúcar.

¿Cómo actuar correctamente ante un golpe de calor?

Un golpe de calor es una emergencia médica que requiere acción inmediata. Respecto a sus síntomas, incluyen una elevación de la temperatura corporal que puede llegar a superar los 40º C, acompañada de piel caliente, roja y seca, así como un intenso dolor de cabeza.

A menudo, se suman señales de alarma como fatiga, hiperventilación, náuseas, vómitos o diarrea. En casos más graves, puede haber alteraciones en el estado mental, convulsiones e incluso delirio. No obstante, la pérdida del conocimiento puede ser la primera manifestación de un golpe de calor.

Si alguien está sufriendo un golpe de calor, se deben llevar a cabo las siguientes medidas:

  1. Busca ayuda médica: llama a los servicios de emergencia o lleva a la persona afectada a un hospital de inmediato.
  2. Enfría el cuerpo: mueve a la persona a un lugar fresco y utiliza compresas frías o baños de agua fresca para reducir la temperatura corporal.
  3. Hidratación: si la persona está consciente, ofrécele pequeños sorbos de agua fresca.
  4. Mantén la vigilancia: permanece junto a la persona afectada y asegúrate de que reciba atención médica adecuada.

Si la persona no se recupera o pierde el conocimiento, debemos tumbarla con las piernas flexionadas y esperar a la ayuda médica.

Enfrentar las olas de calor de manera efectiva requiere conocimiento y preparación. Al entender los riesgos, tomar medidas preventivas y saber cómo responder ante una emergencia, podemos proteger nuestra salud y la de los demás.

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