El crédito de formación bonificada en Fundae es la cantidad de dinero determinada que las empresas tienen disponible para invertir en la formación profesional de sus empleados. Se trata de una herramienta que el Estado pone a disposición de las empresas para la capacitación de sus empleados, el cual depende lo cotizado y el tamaño de la plantilla.
Sin embargo, el informe Formación en las Empresas 2021 de Fundae muestra que son muchas las empresas que no recurren a la formación bonificada. Concretamente, de 1.666.584 empresas que son beneficiarias potenciales de este sistema, solo el 19,4% han sido formadoras.
Además, el informe recoge las empresas han utilizado el 52,7% del crédito máximo sobre el que podían bonificarse y que la mayoría de los trabajadores solo han realizado un curso bonificado al año.
¿Por qué las empresas no aprovechan su crédito de formación bonificada?
En la actualidad, la formación es un recurso fundamental para las empresas. De hecho, la búsqueda y retención de talento es uno de los principales factores de éxito para una organización. Sin embargo, como hemos visto anteriormente, muchas compañías todavía desaprovechan la oportunidad que supone la capacitación de sus empleados a través de los créditos de formación bonificada.
Estos son algunos de los motivos de que las empresas no utilizan todos sus créditos:
- Mala comunicación entre la dirección y los empleados: el fracaso de los programas de desarrollo comienza por el desconocimiento de los objetivos y expectativas de los empleados. Es fundamental conocer las necesidades formativas y profesionales de los trabajadores, por lo que se deben sentir libres de expresar sus inquietudes y deseos relacionados con la empresa.
- Falta de recursos: otro de los motivos es que muchas empresas no invierten en formación, ya que no lo ven como una prioridad. Esto se debe, principalmente, a que desconocen la importancia de la capacitación de la plantilla para la productividad y la competitividad de la entidad.
- Desconocimiento sobre los créditos: son muchos los casos en los que las organizaciones no saben cómo calcular sus créditos de formación bonificada, así como el correcto diseño de un plan de formación para gestionarlos correctamente.
De hecho, la falta de previsión también puede ser un motivo, ya que a muchas empresas no les da tiempo a cumplir el plazo mínimo exigido para informar a la RLT de 15 días hábiles o comunicar a Fundae el curso con los 7 días naturales de antelación a la formación que marca la normativa.
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